8 ene 2009

El mago de las estrellas (Final)

El príncipe llega a la tribu de los artistas a través de los huecos de los árboles y pide al padre de la doncella, ser su aprendiz en el taller. El padre acepta y el príncipe permanece inmóvil, en silencio, escuchando y aprendiendo durante toda su estancia en el taller. Se convierte en una estatua mas.
En el libro, se dice sobre los sueños: "No todas las cosas vislumbradas en un sueño son claras. Todos los sueños poseen un enigma. No todos los acontecimientos vislumbrados en el gran libro de la vida entre las estrellas son claros. Sólo durante el sueño tiene sentido el sueño. Cuando uno despierta, lo que tenía sentido de repente parece extraño, teñido de misterio. Cuando uno sueña contempla una imagen completa; cuando uno despierta se encuentra en la mano unos cuantos fragmentos de lo que era una visión gloriosa. Con estos fragmentos uno trata de recrear, o sugerir, una belleza que se pierde cuando uno regresa de las estrellas."

Durante todo el tiempo que el príncipe permaneció en el taller, fue invisible para la doncella. Pero un día, el príncipe decidió que había llegado el momento de revelarle, prudentemente, su amor.
"Y empezó a hablar con ella en su mente. Le habló en sueños. Aprendió de las estatuas la manera de aparecer en los sueños de los demás y hablarles en persona.
Así, adoptó diversas formas, a través de las cuales le hablaba de su antiguo amor que se remonta siglos atrás y que había nacido en otro reino, otro planeta, lejos de esta galaxia. Le hablaba de la brevedad del tiempo de que disponían allí para conocerse y amarse y ser felices. Tan corto era el tiempo que les había sido concedido, dijo; y que era menos que el espacio de tiempo entre una luna y la siguiente. Y después dijo, serían separados hasta que en el tiempo distante se encontrarían, en otro espacio, donde tendrían que empezar de nuevo a aprender a reconocer su antiguo y futuro amor, su amor no consumado, su gran amor."

La doncella recibía "a veces, en una ensoñación, una voz tierna que susurraba estas palabras directamente a su alma, atravesándola con un apasionado y misterioso fuego:
El tiempo no está con la juventud,
el tiempo está con la verdad.

Finalmente, tras todas estas revelaciones, la doncella va al taller en busca de su príncipe, pero no lo encuentra. "Entonces se apodera de ella un terror al pensar que nunca más volvería a verle. Y sintió, por un momento, qué cruel destino era que durante todo ese tiempo no le viera cuando estaba allí y que ahora que podía verle y le anhelaba y le deseaba más que a la vida misma no estuviera allí.
Aturdida, vagó por el bosque cantando una canción de adiós a todas las cosas. Se dirigió al río y entonces oyó la voz en el viento que había oído hacía mucho tiempo, la voz que le había despertado por primera vez del sueño de su vida.
Y todo a su alrededor brotó a la vida. Después una oscuridad pasó ante sus ojos y se encontró mirando la cegadora adoración y pasión de su mirada.
Sus ojos eran todo el mundo en ese momento. Y ella, ni miró el cielo, ni la orilla, ni el bosque, ni el río, sólo sus ojos. Y se quedó allí, mirando las profundidades de sus ojos. Y antes de que se diera cuenta estaban tendidos en la orilla, mirándose mutuamente a los ojos, mudos, casi sin respirar.
En su silencio intercambiaron todos los regalos y señales y secretos de revelación mutua por tal de que, si entre los millones de personas que moran esta tierra, si volvían a encontrarse en su fijada hora futura de destino, sólo necesitaran una mirada a los ojos del otro para saber que era aquel al que estaban buscando."

Y éste es el final de mi resumen. Pero no el final de la historia..........

No hay comentarios: